
Pero el caso es que soy yo quien cuenta la historia y lo que pretendo es escribir, a partir de estas dos casualidades que me acercan al ídolo, unas breves líneas sobre uno de los iconos más sobresalientes de la vida pública y deportiva de los años sesenta en Gran Bretaña, su nombre: George Best.
De Best podemos señalar dos aspectos claramente definidos. Su actitud frente a la vida y su faceta deportiva. Ambas como ídolo de masas y ambas caras de la misma moneda. Se engaña quién ve a Georgie como un excelente futbolista en el aspecto deportivo pero como un detestable alcohólico en lo personal. La figura de Best la tenemos que analizar como un todo, sin disociar al hombre del ídolo, puesto que la propuesta es siempre la misma por muchas vueltas que se le quieran dar, ¿Quién es el ídolo? ¿El futbolista melenudo y desgarbado o el play boy que disfruta la noche a base de mujeres y alcohol? ¿El regateador eléctrico y goleador certero o el trovador de Pub? la respuesta es una y nada más que una; se trata de un personaje por el que la honradez corría a raudales.
En nuestro país, quizás, el borracho haya podido con el genio, y ese puede ser uno de los motivos por los George Best no es tan conocido como debiera, se conoce vida y milagros de futbolistas mucho más grises, como Muller, Rossi, Neskeens, Gullit, etc, etc, etc. Incluso se ha realizado algún que otro documental de título pomposo como; “El partido del siglo” donde no se glosó la figura de Best pero si la de: Mazzola, Platini, Riva, Charlton, etc. ausencia para la cual no vale ningún tipo de explicación. Por este y por otros motivos, propongo desde este foro un fuerte aplauso para… Santiago Segurola, sin duda alguna, el más docto necrólogo del país.
Leer más...
Ningún comentario:
Publicar un comentario