PAPAGAYO! The Spanish Sunshine Pop & Popsike Collection (2LP, Toytown, 2007)

Notas interiores del elepé

SOFT-POP EN ESPAÑA: LA RECUPERACiÓN DE UN TESORO PERDIDO

Pop suave, pop etéreo, pop místico... son algunas de las etiquetas que sirven para referirse al inmenso patrimonio musical de las canciones melódicas, de arreglos cromados y sutiles armonías. Un estilo enraizado en la tradición de los grupos de voces y el gospel, que alcanzó uno de sus momentos álgidos a finales de los años 60 del siglo XX con la llegada de la psicodelia, los hippies, el verano del amor en California. la escuela del pop místico floreció en los Estados Unidos con The Beach Boys, Mamas & The Papas , The Association, The Four Seasons, The Byrds, The Fifth Dimension, Free Design y el prodigioso sunshine-pop de Sagittarius y The Millenium. Sin olvidar a innumerables productores-compositores y deliciosamente artificiales grupos de estudio. Además, mantuvo plena vigencia durante los primeros aftos 70, a través de la onda tardo-hippy de singers/songwriters como James Taylor, Carore King, Joni Mitchell, America, The Carpenters, Crosby, Stills & Nash, etc.

En España, a pesar del tan cacareado aislamiento cultural que sumía al país durante la dictadura de Franco, se conocieron desde un primer momento algunos temas representativos del sunshine-pop estadounidense, que llegaron importados en formato single y no tardaron en conocer adaptaciones al castellano a cargo de conjuntos y solistas autóctonos. Ejemplos insólitos son los de la ye-yé aragonesa Licia, que grabó en 1967 un clásico del verano del amor, "Sunshine Girl", del grupo The Parade, que se considera como una de las primeras muestras del estilo. Los Yetis, grupo catalán aficionado a la psicodelia que grabó una versión de"My World Fell Down", de los mismísimos Sagittarius. Daniel Velázquez, con su versión de "Please, Don't Ever Leave Me" de The Cyrkle, o Queimada, con su versión de "Let's Hang On de The Four Seasons.

Por su nombre y estilo, el grupo de Granada Los Ángeles fue uno de los pioneros indiscutibles del pop celestial en nuestro país, con una larga carrera de grabaciones para el sello Hispavox. También los barceloneses Pic-Nic, adelantados del folk suave que constituirla un ingrediente esencial en el pop hippy de los primeros 70. Los Iberos, que publicaron un flamante LP en 1968, grabado en Londres, con una de las producciones más lujosas y sofisticadas de la década y composiciones de músicos de culto hoy en día como John Pantry y Wayne Bickerton. Además, algunas canciones de Los Brincos, el pop refinado de Los Posters y Los 4 Ros, o los experimentos psicodélicos de Los Pasos y Los Banzos, que hacia 1967-1968 compaginaron armonías vocales con los arreglos miniaturistas propios de la "era Sargento Pimienta".

Entre 1969 y 1970 se produjo un cambio de paradigma en el pop español, que supuso evolución y renovación (en ocasiones ruptura), con respecto al periodo anterior. Durante esos años y los inmediatamente posteriores, en paralelo con la primera eclosión del rock progresivo y underground autóctono, se produjo una explosión de nuevos conjuntos de corte pop, que cogió desprevenida a la prensa musical y no tardó en languidecer ante la falta de apoyos. la arqueologla musical demuestra cómo el pop en su sentido más puro experimentó entonces un nuevo ímpetu, gracias a formaciones de jóvenes músicos como Amigos de Carlos, Chicos, Dulces Años, Golpes, Gente Feliz, La Oca, Queimada, Spain, Los Yetis, Tuset 31 ...

Pertenecientes a la misma hornada, los madrilenos Módulos lograron el éxito comercial con un pop intimista, ambiental y seudo progresivo, perfectamente asimilable a la onda suave, que a su vez amparó una pequeña (y desigual) escuela de conjuntos: Realidad, Parábola, Reacción, Imagen... .

Otra vertiente del pop suave de aquí fue la representada por Nuevos Horizontes, también surgidos en 1969, que a pesar de ser mucho menos famosos que Módulos parecieron encabezar, junto a sus aliadas las Vainica Doble, una minoritaria corriente de pop vanguardista. A esta pertenecieron unas cuantas formaciones prodigiosas, de exigua discografía: Álamo, Generación Espontánea, Oveja Negra, El Reloj de Cuco, Tickets. Más tarde Nuevos Horizontes se unieron al dúo José y Manuel, con los que grabaron en 1975 uno de los mejores LPs del soft-pop autóctono.

Los años 70 trajeron una sorprendente fiebre creativa al pop autóctono, basada en el culto a la belleza, el intimismo, la franqueza, la sensibilidad, la perfección literaria, el colorido instrumental, las formas hippies. Entre los máximos representantes de esta corriente destacaron "supergrupos" de voces como Mi Generación, Solera, Cánovas, Adolfo, Rodrigo y Guzmán, Nuevos Horizontes con José y Manuel, Amigos, Tílburi, Agamenón, todos ellos autores de memorables LPs.

La sensibilidad "progre" del periodo tuvo otro importante campo de expresión en los dúos, que, con los casi únicos precedentes del Dúo Dinámico y de Juan y Junior en la década anterior, tuvieron una extraordinaria floración, contabilizándose en más de 40 las formaciones de este tipo que llegaron a publicar discos en los aftos 70: Caoba, Cuerpos y Almas, Don Francisco y José Luis, la & Batiste, Joe-Luis, José y Manuel, Prada y Herce, Victor y Diego ... Sin olvidar a Vainica Doble, el dúo formado por Carmen Santonja y Gloria Van Aerssen, que encarnaron la naturalidad hippy por excelencia.

Demasiado blandos para un auditorio rockero, no se podía acusar sin embargo a los practicantes de pop suave en España de falta de autenticidad. Lo suyo fue, como suele decirse, por amor al arte. Prueba de ello fue el fracaso comercial de esta corriente, que pasó prácticamente desapercibida, incluso en su momento de mayor auge en plena "dictablanda", hacia 1970-1975, periodo que con la perspectiva del tiempo aparece como auténtico lustro dorado de nuestra historia musical. Grupos, dúos y solistas que sin apenas haber tenido difusión en su momento (despiste de la crítica especializada, prejuicios, escasez cultura musical en el pals), fueron definitivamente olvidados con la llegada de nuevas modas a finales de los 70 y primeros 80, que trajeron el anatema hacia todo lo relacionado con el hippismo. A pesar de todo, el caso del pop suave en España no parece muy distinto al del sunhine-pop estadounidense, cuyo legado sólo ha comenzado a ser valorado y conocido en los últimos años. Ya era hora.

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