Parece lógico que a estas alturas, cuando ya han pasado 15 años desde la aparición de su único Lp , tratemos de reivindicarlo, ya que ni entonces hubo alguien que se interesase en el autor de un disco tan estimulante. Quizá era demasiado normal y no se salía de los cánones del rock de guítarras más tradicional. Tal vez, pero no creo. Por aquellas fechas triunfaba con una fórmula muy parecida Elvis Costello, a quien Jo no tenia nada que envidiar. Simplemente, un caso más de mala suerte que añadír a una larga lista. O puede que tampoco... Qué más da. Dejémonos de elucubraciones sin sentido y centrémonos en lo que realmente importa: el comentario de este disco de Jo Broadbery and the Standouts", no va a cambiar tu vida, pero te hará sentir a fondo las emociones de una música que no parece tener muchos adeptos últimanente.
Nuestro amigo Jo era un tipo con clase. Puede que no la tuviera en el vestir, a juzgar por las fotos de la portada, pero le sobraba en lo musical. Sabia componer grandes canciones y arroparlas de arreglos imaginativos, a pesar de trabajar con la clásica formación de dos guitarras, bajo y batería. Todo rezuma estilo, en cada acorde, en cada break. El mérito también debe corresponder a su fenomenal banda de acompañamiento, The Standouts y que estaba formada por: Geoff Cooper, guitarra solista y órgano; Mick Shiner, bajista; y Dave O' Regan en la batería. Obviamente destaca la guitarra de Cooper, pero la sección rítmica no se dedica sólo a "llevar el ritmo", sino que participa plenamente en las canciones con ese tipo de detalles que normalmente pasan inadvertidos: la que podía tener Ñete en Nacha Pop, por ejemplo. En realidad no es la unica coincidencia entre ambos grupos, ya que el sonido de los primeros discos de Nacha Pop y el de éste, es bastante parecido. Otra de sus bazas es la riqueza melódica de todas sus canciones, repletas de estribillos de esos que se pegan como lapas a tus orejas. Tanto las más aceleradas, como "Put you in the exile" al astilo de los primeros Jam, o "Backroom boys", "Mumbo man", como las baladas, la impresionante "Temptation" o "Animal games", en las que se aprecia la influencia del soul más carnal.
Jo Broadbery editó otro disco más "The House of Love" en 1982 pero desgraciadamente no tiene las virtudes del primeiro. Lo podéis escuchar en Wilfully Obscure. Ahí también nos enteramos gracias a un comentario de su hermano que Jo murió en Abril de 1987.
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