venres, 31 de outubro de 2008

PRELUDE Back Into The Light (Pye-Belter, 1977)


Prelude fueron originalmente una idea de los guitarristas Brian Hume e Ian Vardy que formaron el grupo en su nativa Gateshead, noroeste de Inglaterra. Ellos convencieron a la mujer del primero, Irene Hume para que se sumara al proyecto y bajo el nombre de Trilogy comenzaron a actuar en los clus de folk del área de Newcastle. En el 73 adoptan el definitivo de Prelude y fichan por Dawn, el subsello progre de Pye, con los que editan su primer LP "How Long Is Forever?" muy influenciado por Simon e Garfunkel, Joni Mitchell y mayormente por Crosby, Stills, Nash e Young. De ese primer Lp destaca la adaptación de "After The Goldrush" de Neil Young, que sorpresivamente se convierte en éxito. Durante su estancia en Dawn publican otros dos discos "Dutch Courage" (1974) y "Owl Creek Incident" (1975). Después de la bancarrota del sello son transferidos a Pye. Su primer single es una adaptación del éxito de Ricky Nelson "Never Be Anyone Else But You", seguido por el LP que nos ocupa "Back Into the Light" y que supuso también el punto final de su relación con la discográfica. Durante los 80 continuaron trabajando pero sin mucha fortuna en las listas. Desde la reunión del trío original en el 2001 siguen actuando con frecuencia por todo el Reino Unido.

"Back Into the Light" comienza el tema homónimo, quizás el mejor del disco, con claras influencias de Neil Young. "Woman to love" se deja escuchar, a mí me recuerda a los Fleetwood Mac pre-Rumors, "Like loving you again" es country pop con violines y "Drive me out of your mind" tiene un toque a Paul Simon. La cara B tiene otro par de canciones muy buenas "Take it from me" y "I was born to sing your song" que podrían estar en algún disco de Magna Carta, muy bonitas. "You make me high" y la versión de Ricky Nelson no aportan mucho, pero el poso que deja es muy agradable en lineas generales. Recomendar desde aquí una buena recopilación de 21 temas
"After the Goldrush: The Dawn/Pye Anthology 1973-1977", incluyendo alguna rareza como la versión de "Here comes the sun" de George Harrison.
Aquí está su página: Prelude

mércores, 29 de outubro de 2008

THE 45´s On The Beach MLP (Satellite, 1981)

Fue imposible encontrar información sobre este cuarteto, probablemente de Ontario (Canada) que en el 81 dejó este mini elepé de muy agradable escucha. Ellos eran Gerald Beeston a la batería, Rob Ciccone: guitarra y voz, Patrick Flynn: bajo y Don Love a la otra guitarra, repartiendose estos tres últimos las labores compositivas, que aunque no notables, sí se dejan oir en un ambiente más pop que power. La más resultona es la que da título "On the beach", con toques reggae y buen estribillo, "Real Confused" me suena a Tony Sheridan y los Beatles en Hamburgo. En la cara B hay un asomo de rocanrolito y algunos toques a lo Any Trouble y a casi todo lo que sonaba habitualmente en esa época.

martes, 28 de outubro de 2008

ANDY CHANGO Los Conciertos De Radio 3 (28-10-08)


Onte nos "Conciertos de Radio 3" tocoulle o turno a un dos nosos arxentinos favoritos, Andy Chango, do que aínda lembramos con moito agrado aquela magnífica e divertida actuación na Coruña de hai uns seis anos. O concerto transmitido foi un repaso por sete das cancións do seu último disco inspirado na obra de Boris Vian –escritor, músico, compositor, e incluso anarquista–. Andy adapta ó español os textos do parisino, actualizándoos ós nosos días e respectando a súa mordaz ironía. No traballo de tradución, Chango contou coa colaboración de Javier Krahe, do poeta Luis Antonio de Villena e incluso do seu simpático trombonista Norman Hoghe. Como nota changuista do concerto, mentras presenta a segunda canción, sona o teléfono móbil e non ten ningún reparo en collelo e decirlle a Pilar, nome da súa interlocutora, que esta gravando e se quere saír en directo, un tras. A lista de cancións foi a seguinte:

1. Beber
2. Snob
3. Blues Del Dentista
4. No Quisiera Morir
5. Un Euro Con Cincuenta
6. Viva El Progreso
7. Rock´n Roll-Mops

OBDULIO VARELA: Galego coma ti


En Julio del 2000, estando de vacaciones en Uruguay, me pareció del todo pertinente visitar el cementerio del Cerro, puesto que se cumplía, aquel mismo día, el cincuenta aniversario de una de las mayores gestas de la historia del fútbol mundial : el Maracanazo. Delante de una de las múltiples tumbas del campo santo, recordé la primera vez que había oído hablar de aquel mortal cuya última morada se ocultaba tras aquella pieza de mármol jaspeado.
La primera anécdota que se pasó por mi mente tenía que ver con el Pipo Rossi, aquel medio centro argentino dominador del juego y de los árbitros. Comentaba el Pipo, que jugando un Peñarol River, intentó en varias ocasiones “sacar partido” del colegiado, hasta que en una de tantas oyó a la altura de su nuca un sordo mugido que le heló las entrañas, mal que bien el bueno de Rossi giró sobre si mismo hasta que atendió a ver frente a frente a un “Hércules moreno” que lo miraba fijamente. Pipo sólo tuvo tiempo de articular las siguientes palabras antes de retirar las naves: Perdone señor…Yo no quería… reconociendo que fue una de las situaciones más ridículas de toda su carrera deportiva, pero argumentando lo siguiente en su desagravio: es que el “Hércules” de atrás era el gran Obdulio Varela. Esta anécdota fue la primera de tantas y la que me años más tarde me llevó a escribir este breve artículo, donde se comentan algunos de los hitos más significativos de una figura irrepetible, tanto dentro como fuera de la cancha.


El 20 de septiembre de 1917 nace en el humilde barrio de la Teja, Montevideo, Obdulio Jacinto Muiños Varela (¡que apellidos!) comienza a jugar al fútbol en los equipos aficionados de su barrio, hasta que en 1937 ficha por el semiprofesional Wanderens. Es en esta escuadra donde el joven Obdulio va a dejar impronta de su fuerte carácter: En el transcurso de un encuentro, un rival comete una brutal agresión contra uno de sus compañeros, el árbitro sanciona la infracción, pero deja sin amonestar al contrario, Obdulio se hace con el balón y se sitúa frente al colegiado, increpándole del siguiente modo: “Si se diese el caso de que algún miembro de mi equipo actuase de forma semejante le pido encarecidamente que lo mande al vestuario puesto que yo ,como capitán, no podría tolerar actos de esa envergadura”.

Otra magnífica muestra de la personalidad del capitán de Wanderens la ilustra la siguiente anécdota: un día alguien lo cita y le ofrece 3.500 dólares por ir a menos en el siguiente partido. Obdulio lo pone en conocimiento de su presidente, comentándole que en caso de existir la más mínima duda acerca de su comportamiento sobre el terreno de juego, él está dispuesto a no disputar el encuentro. Su oferta es rechazada y Peñarol gana 1-0 con el Negro Jefe como figura estelar. A la salida del campo el presidente pregunta al cinco de Wanderens que es lo qué desea a cambio, Obdulio le contesta: 10 centavos para pagar el tranvía.En 1943 ficha por Peñarol y las muestras de compañerismo de las que hace gala nuestro protagonista no son menores: En 1945, el Consejo Directivo de Peñarol, tras una victoria contra River, decide premiar a todos los futbolistas con 250 pesos y con el doble a Obdulio Varela, capitán y figura preponderante del equipo. La alegría era total, todo el mundo estaba contento... menos uno que argumentó: "Yo no jugué ni más ni menos que nadie. Si ustedes creen que merecí 500 pesos, le dan a todos 500 pesos. Si ellos merecieron 250 pesos, yo también". Finalmente Peñarol decidió gratificar con 500 pesos a cada uno de los jugadores.

En el caluroso julio de 1950 la figura de Obdulio Varela se va a amplificar todavía más. Uruguay llega a Brasil con un seleccionado que apenas había jugado junto. El equipo es una banda, buena prueba de ello es que algunos futbolistas marchan hacia el campeonato del mundo en barco, mientras el resto lo hace en avión.Con más pena que gloria, pero siempre con garra, Uruguay se cuela en la final, donde les espera un Maracaná a rebosar, con más 200.000 almas apoyando a los brasileños. Para los directivos de la federación uruguaya el objetivo esta cumplido y así se lo hacen saber al capitán charrúa: “Intentad que no os metan más de seis goles, con cuatro nos conformamos”. La contestación de Obdulio no se hace esperar, coge al directivo del brazo y lo expulsa del vestuario. Antes de salir al campo comenta a sus compañeros: “Los 200.000 de ahí afuera no juegan, son de palo”. Ya en el túnel de vestuarios Obdulio como capitán de la selección uruguaya debía ser el primero en saltar al campo, pero como buen gallego se hace el remolón y comenta a Ghiggia: hoy vas a recibir la mayor ovación de toda tu carrera deportiva. Dicho y hecho: cuando la selección brasileña salta al césped lo hace acompañada del equipo uruguayo, no se oye ni un solo pitido todo son aplausos. Obdulio acababa de marcar el primer gol de la final.Durante el choque, la selección brasileña domina y es en el segundo tiempo cuando Jair habilita a Friaca para que este marque el 1-0, 200.000 gargantas jalean el gol, aplauden, bailan… Mientras, pausadamente, el “Negro Jefe” acude a retirar el balón del fondo de las mallas. Sin apurar el paso y con el balón bajo el brazo se dirige al colegiado. Pasa más de un minuto desde el gol brasileño. Obdulio Varela reclama con insistencia un inexistente fuera de juego, el árbitro no lo entiende, Obdulio insiste…Pasan ya dos minutos desde el gol. Entra un intérprete, el capitán charrúa sigue en su trece, el árbitro no cede… Pasan tres minutos. Para cuando el traductor se retira, Obdulio ha enfriado el encuentro cuatro minutos, las 200.000 personas que abarrotan Maracaná se han quedado heladas, a 200.011 seres le comienzan a temblar las piernas. Obdulio Varela pone el balón en el centro del campo y comenta a Sciaffino: "bueno Pepe, se acabó, ahora vamos a ganarles a estos 'japoneses'(a todos los extranjeros les llamaba japoneses, quizá por reminiscencias de la Guerra Mundial). Minutos más tarde, el cinco de Uruguay, cede un balón de oro a Sciaffino y este lo incrusta en toda la escuadra. Las 200.000 gargantas que abarrotan Maracaná no logran emitir sonido alguno. A diez minutos del final Ghiggia, de jugada personal, logra el 2-1 definitivo, en ese momento 200.000.000 de brasileños lloran desconsoladamente. Más tarde el propio Ghiggia comentará: sólo tres personas callaron Maracaná, el Papa, Frank Sinatra y yo.Finalizado el partido la alegría en la expedición Uruguaya se desata, el más alegre de todos es aquel visionario y apaleado directivo que apostaba por un cuatro a cero en contra, el mismo que más tarde se autoconcederá una medalla de oro por le título. Los protagonistas de la hazaña también tendrán la suya… pero de plata. Obdulio no puede soportar tanta hipocresía y sale a pasear por las calles de Río, es consciente de la pena que desconsuela a Brasil, puesto que a esas horas de la noche ya se conocen casos de suicidios e infartos, y el “negro jefe” no puede evitar empatizar con el dolor ajeno. Entra en un bar y pide una 'caña' (aguardiente de caña), los aficionados cariocas lo reconocen, y el capitán charrúa teme por su persona. Todo lo contrario; la torcida lo aclama como si de un héroe local se tratase y lo acompaña por los chiringuitos de Copacabana hasta bien entrada la madrugada. Ya en Uruguay Obdulio sortea el recibimiento del aeropuerto y se marcha paseando hasta su casa. La recompensa por la victoria es una medalla de plata y los dólares suficientes para comprarse un Ford del 31, vehículo que apenas le dura una semana… ya comentamos que la Teja, por aquel entonces, era un barrio más que “humildeEste delicioso cuento tendrá su epílogo en Suiza, donde en 1954 Uruguay va a llevar a cabo la defensa del título de campeón del mundo. Tras un memorable partido contra Inglaterra, la selección charrúa alcanza las semifinales. Pero un mal árbitro no permite al Negro Jefe disputar el siguiente partido contra la Hungría de Czibor, Kcosis, Puskas, etc. Uruguay cae derrotada ante una de las mejores selecciones de la historia, no sin antes realizar una remontada épica, pasando del 2-0 inicial, favorable a los húngaros, a un 2-2 final. Más tarde, en la prórroga, Schiaffino estrella un par de balones en los postes, tan sólo la lesión de Rodríguez Andrade facilita las cosas a Kocsis que marca dos goles en los últimos minutos. Tras el partido la pregunta que se hacía el mundo futbolístico era la siguiente: ¿qué habría ocurrido de estar Obdulio Varela en el campo?; un hombre que, con la elástica charrúa, nunca conoció la derrota en un mundial.Finalizado el encuentro, el técnico de Hungría Gyula Mandi confesó: “hemos derrotado no sólo al mejor equipo del mundial sino al que jamás me haya enfrentado”. Y un servidor cincuenta años más tarde se atreve a comentar: Y todo ello sin la participación de Obdulio Varela, Oscar Míguez,-sancionado por indisciplina- máximo goleador uruguayo en los mundiales de 1950 y 1954 (8 goles), y Alcides Ghiggia embarcado en su aventura italiana.El resto de la historia se limita a una victoria alemana que la llevará a proclamarse campeona del mundo ante Hungría …en fin, cosas del fútbol y de la ¡maldita WM!

Pues eso que…Obdulio Varela: Galego

xoves, 23 de outubro de 2008

THE SKELETONS (1979-1992)


Hace unos meses un amigo me pidió que le hiciera una recopilación de los Skeletons, el orgullo de Springfield, Missouri, así que aprovechando nuestra afición por el grupo nos sirve de buena excusa para reivindicar a una banda realmente divertida que sin embargo no está en boca de muchos. Los Skeletons se formaron en el 79 como banda de acompañamento de Steve Forbert aunque despues de la gira decidieron seguir juntos y aparte de apoyar a Syd Straw, Dave Alvin o a Jonathan Richman en su "Goes Country", tuvieron tiempo de publicar 4 discos que son el objeto de esta selección: "Rockin´ Bones" (1987) -una selección de singles y alguna rareza de su primera época-, "In the Flesh!" (1988), "Waiting" (1992) y "Nothin' to Lose" (1997). Como complemento van unos de temas del guitarrista D. Clinton Thompson y el bajista Lou Whitney en otras aventuras como The Morells o The Original Symptoms. Recomendar desde aquí un par de sitios dedicados al grupo:

The Skeletons
A Skeletons & Morells Fan Site

domingo, 19 de outubro de 2008

HIGH BUBBLE GUM (Dim, 1970)

O selo Dim estaba especializado tanto no "tras" como na "explotation music" abarcando dende psicodelia no caso de Hell Preachers Inc. cuxo "Psychedelic Underground" é un artefacto desexado polos amantes do xénero, ata cousas como o caso de High Bubble Gum unha explotación do "chicle" con excelentes resultados. O disco é un falso directo no que se mesturan alguhnas clásicas do xénero como "Indian Giver" ou "Chewy Chewy" e orixinais que se reparten uns tales M. Oberdorffer e Jerry Blow e que nalgún dos casos incluso lles quedan moi ben como "Run Boys Run". Foinos imposible atopar información do lugar de procedencia.

mércores, 15 de outubro de 2008

EX-CROCODILES Maxi (Sometimes Music, 1983)


Os Ex-Crocodiles viñan de Mallorca e tiñan como mente pensante a Juan Manuel Riera. Antes de acurtar o nome e pasar a ser simplemente Crocodiles deixaron este maxi e un posterior en Romilar D (non tan interesante), así como un flexi editado no aniversario do bar madrileño La Vía Láctea e que non teño a pesar de que lle din a vara a un dos membros dos Valendas para que me enviara unha das varias copias que tiña, pero foi imposible. As cinco cancións incluídas son todas gañadoras, destacando "Surf is a just a four letter word" e unha moi boa adaptación do "Here I Go" de Syd Barret.

luns, 13 de outubro de 2008

18 RODAS (Xaneiro 1998)


Esta era a portada do noso último número que incluía artigos sobre Badfinger, Errol Flynn, The Gordian Knot, Burt Bacharach, The Bubblegum Explosion, Psicodelia en Abbey Road, The Action, Elephant Band, France Gall, Doo Woop, Les Irresistibles entre outros